lunes, mayo 22, 2006

Nuevo sitio para Nada del Mundo Real

De ahora en adelante, mi blog cambia de dirección. Podrán leerlo y comentarlo ahora en:

www.isabelbatteria.com

No usaré más este blog de Blogger. Aquí podrán leer lo que he publicado hasta la fecha, pero no podrán hacer nuevos comentarios. En mi nuevo blog, aparecen todos mis 'posts' viejos con sus comentarios.

El nuevo es mucho más bonito; las fotos del encabezado son mías. Tiene categorías y no hay que suscribirse para comentar. Por favor, no dejen de visitarme allí. Gracias a los que lo han hecho hasta ahora.

viernes, mayo 19, 2006

Cerilla Vs. Cerumen

Mi mamá me cogió las gotas de ablandar la cerilla y me las acabó. Nunca me ablandé la cerilla. No oigo bien por un oído.

Ayer estuve en una piscina. Se me metió agua por la oreja y me mojó el interior. Queriendo secarla, me metí un isopo y lo que hice fue amasar la cerilla y usarla de tapiz sobre mi tímpano. Oigo menos.

Hoy discutimos si cerumen era la forma más fina de decir cerilla. Para mí, cualquier palabra que termine en “umen” es más desagradable. En todo caso, tengo la misma exacta imagen con cerilla o con cerumen.

A mi abuela le recetaron las gotas. Me las eché en el oído por el que no oigo. Empezaron a sonar dentro de mí miles de explosiones. Como el caramelo ese agrio que explota en la boca. Hasta sentí las burbujas salirse de la oreja. Ahora sí que no oigo nada. Pero tengo la esperanza vaga de que la cerilla / cerumen amanezca en la almohada.

Hoy

(La tercera en la fila.)

Me ha dejado mucho dolor...

jueves, mayo 11, 2006

Pa' que se tripeen a mi Camila


Herman could be 'biggest bunny'
BBC News

A man has been showing off his gigantic rabbit named Herman. The mighty bunny weighs a massive 7.7kg, and his ears are a lengthy 21cm - almost as long as most pet rabbits are tall. And he is almost 1m tall. The German Giant is even big for his breed, which usually tip the scales at around 6kg. Herman lives in a specially built solid oak hutch and chomps his way through just over 2kg of food a day. His owner says his favourite snack is lettuce.

The giant bunny, who lives in Berlin with owner Hans Wagner, also takes a vitamin supplement to keep him healthy, and munches through a bale of hay a week. Bred big Herman could be the world's biggest rabbit, but Guinness World Records have stopped accepting entries because of fears people were over-feeding their pets. German Giants do not exist in the wild, and have been developed by breeders. They can live for as long as 12 years.

lunes, mayo 08, 2006

Por sobre el hombro

Una historia para ti, Nicole Cecilia.

Cuando estudiaba el bachillerato, cogía todos los días la misma guagua a la misma hora, entre 6 y 6:30. Todos los días la cogía también un muchacho que, por su uniforme, supe que era mesero y supuse que se dirigía a Condado a trabajar a esa hora. Como la espera era larga e insoportable, yo leía o hacía tareas en la parada y en la gugua.

Una vez me di cuenta de que él cambiaba de asiento cuando yo entraba, para estar cerca de mí. Eventualmente, comenzó a sentarse siempre al lado mío. A veces miraba por encima de mi hombro, cosa muy fácil, para ver qué escribía. Una vez vencida esa flaca barrera de la privacidad, comenzó a tocarme el timbre cuando mi parada era la próxima. Yo aprovechaba y me tardaba más recogiendo o leía hasta el último segundo porque no tenía que preocuparme por estar pendiente a tocar el timbre. Yo me bajaba y él seguía su camino pensando en sabe dios qué.

Yo tenía novio y no me interesaba el muchacho. Es más, aquí estoy presumiendo cosas que a lo mejor ni eran ciertas; a lo mejor no le gustaba ni nada, sólo le parecía interesante la amistad silenciosa que teníamos. No sé si él alguna vez supo que yo sabía de sus atenciones. Coqueteé con la idea de escribir un cuento sobre nuestraa situación y dárselo en la mano cuando saliera de la guagua, pero nunca tuve tiempo. Una mezcla de que yo dejé de tomar la ruta a esa hora con tanta frecuencia y que no lo vi más después de un tiempo, nos separó.

Un día supe de él. Desde que abrieron el Macaroni Grill de Plaza las Américas lo veo, porque él es mesero allí ahora. Pero él no me recuerda. Es curioso que él era el que me prestaba atención a mí, pero soy yo quien lo recuerda.

miércoles, abril 19, 2006

Comunicación

He regresado, con un mensaje de mis secuestradores.


lunes, abril 17, 2006

Ciné Mesmer II


*¡Mi foto!

martes, febrero 07, 2006

¿Qué es Ciné Mesmer?

La primera vez que vi a Héctor del Manzano fue en una clase. Estaba tarde. La segunda vez que lo vi fue una semana después. Estaba tarde. La tercera semana, trajo un cuento. Nadie lo entendió, sin embargo, tenía unas imágenes maravillosas, que funcionaban por sí solas, como pequeños cuentos solitarios. Este tipo es un poeta, pensé, y lo que está es experimentando con la prosa. No. A través del trimestre, me di cuenta de que lo que a él le gustaba era fragmentar las experiencias del lector en pequeñas islas de palabras, sin importarle mucho si eran archipiélagos o carecían de istmos.

Más tarde lo entendí. Acudiendo a su invitación al Nuyorican Café, lo vi tocar varias de sus composiciones sin poder creer que cada canción tuviera una personalidad tan distinta y que fueran de la misma persona. Tocó cinco islas. Con piano, con guitarra. Le pregunté cómo se las había arreglado para tocar los instrumentos con tanta proficiencia, tener talento literario y, a la vez, haber logrado un bachillerato en la UPR de Mayagüez. Me dijo que su mamá le obligó a tomar clases de música cuando pequeño y, ya ves, rindieron fruto.

Lo entendí porque los artistas (de todas las ramas) somos fragmentados. Hacemos una cosilla por acá y otra por allá, pero no tenemos un hilo conductor o una motivación particular más que el arte en sí hasta que descubrimos que hay un patrón (o no lo hay, pero dentro de nuestro viaje creativo, lo montamos).

Héctor lo ha montado y lo presentará este viernes, 10 de febrero, en Taller Cé (Río Piedras): Ciné Mesmer. Un espectáculo que incluye poesía con piano y guitarra y música electrónica, enmarcado con una proyección de una película realizada por él mismo con una cámara de 8 milímetros. Amenizará la velada (como si hiciera falta) un espectáculo de títeres.

Hay que ir a eso. Y les extiendo una invitación a mis lectores que vivan en Puerto Rico. Visitemos las islas de Héctor antes de que la policía imponga un toque de queda y nos boten del Edén por culpa de del Manzano.

jueves, enero 26, 2006

Permítanme darme una patada

Con alas los libros libres
Por Mario Alegre barrios
El Nuevo Día
jueves, 26 de enero de 2005

En el proceso de dar aliento a esta iniciativa que en esencia -y como su nombre bien lo indica- libera libros para que su verbo llegue gratuitamente al mayor número posible de lectores, Adiela descubrió que en Puerto Rico ya existía un “liberadora” literaria que, de manera un tanto informal, se dedicaba a dejar libros en diversos lugares públicos con la esperanza de que llegaran a manos de quien los supiese apreciar, disfrutar y -al final- liberar nuevamente.

Isabel Battería -co fundadora y moderadora del blog literario Derivas.net- tiene entre sus pasiones precisamente los libros, pero no como el coleccionista que atesora piezas o el cazador que exhibe sus presas disecadas, sino como una pertinaz enemiga del cautiverio al que muchos condenan esos ejemplares que entre sus tapas albergan mundos alternos construidos con tinta y papel.

“Los libros me han fascinado toda la vida”, dice con cierta candidez esta singular libertadora literaria. “En mi casa no había televisión y los libros suplieron con creces esa carencia. Mi mamá es profesora de español en la universidad y de ella aprendí a crecer leyendo. Esto de liberar libros llegó porque un día, hace alrededor de año y medio, encontré en internet un lugar que lo promueve y de inmediato supe que era el sitio para mí. Desde entonces empecé a registrar libros y a liberarlos en los lugares más diversos y tan lejos con en París”.

Isabel señala que acogió con beneplácito la noticia de que Adiela estaba trabajando en el proyecto de Los Libros Libres de Puerto Rico porque hasta ahora su gestión había sido de alguna manera un tanto solitaria, sin un coro considerable de personas afines que estimulara el ejercicio. “Lo he hecho a través de Book Crossing y creo que es fantástico que Adiela esté organizando el movimiento en la Isla, porque no se trata simplemente de liberar libros -que es el propósito fundamental del proyecto- sino también de otras prácticas complementarias que llenan diversas necesidades”, apunta. “Por ejemplo, hay lectores que pueden estar interesados en alguno de los libros que yo tengo en mi poder y que está listado en mi perfil dentro del site en internet. En una ocasión uno de ellos se comunicó conmigo por e-mail para proponerme un intercambio por ese ejemplar. Asimismo, en otra ocasión yo había puesto en mi ‘wish list’ un libro que me interesaba conseguir y un miembro de la comunidad me escribió para decirme que lo tenía y que me lo deseaba obsequiar. Este es el tipo de dinámica que se puede generar con Los Libros Libres de Puerto Rico”.

Con éxito en lugares como México, Estados Unidos y algunos países de Europa, la liberación de libros debe vencer las reservas con las que -por razones culturales- el puertorriqueño percibe todo aquello que es gratuito. “La gente desconfía, de entrada, de todo aquello que se ofrece libre de costo o, al menos, no le da mucha credibilidad al valor que puede tener”, añade por su parte Adelia, directora del proyecto. “Esa es la idiosincrasia nuestra. No hay la costumbre de dar gratuitamente cosas de valor, como lo puede ser un libro, sobre todo si es uno que a nosotros nos ha dado placer y nos ha enriquecido. Creemos que con esta iniciativa la gente puede empezar a romper con esa mentalidad y descubrir los placeres tan grandes que hay no sólo en leer, sino también en compartir esas lecturas”.

En esta dirección se dirige la primera actividad de Los Libros Libres de Puerto Rico, convocada para el martes 7 de febrero a partir de las 7:30 de la noche en el espacio de AREA, en Caguas, donde habrá una surte de casa abierta para demostrar de manera vivencial como cualquier persona se puede hacer miembro de la entidad y así estar listo para registrar y liberar libros.

“Se trata de nuestra primera reunión y queremos que transcurra de manera un tanto informal y cómoda, para que todos conozcan de primera mano lo que esto significa”, comenta Adiela. “Nos acompañarán esa noche diversas personalidades ligadas al mundo cultural de Puerto Rico, en especial al contexto del libro, entre ellas Rosario Romero, de la Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña, y el escritor Luis López Nieves, quien acaba de publicar con la editorial Norma la novela El corazón de Voltaire. También habrá registro en vivo a través de varias computadoras conectadas a internet para que los usuarios se familiaricen con el proceso y constante lo fácil y gratificante que es”.

Para esta reunión, se pide a cada asistente que lleve dos libros -que haya leído y que le hayan gustado, por supuesto- para pasen a formar parte de un lote cuyo 50% será adjudicado mediante un sorteo entre los mismos asistentes, con el propósito de que cada uno de ellos se lleva a casa un libro. El 50% restante será liberado por Los Libros Libres de Puerto Rico como parte de su gestión.

Para más información, entrar a la siguiente dirección: www.loslibroslibres.com.

Siguiendo instrucciones, nada más

Yo no quería caer en esto, pero negarme sería una muestra de mi naturaleza antisocial de la cual José Borges, quien me hizo el llamado, no tiene la culpa. Así que aquí están mis cinco hábitos.

1. Uso perfumes de “viejita”, lo que en Estados Unidos le llaman perfumes de farmacia: agua de violetas, Chantilly y Baby Love’s.

2. Lavo ropa sólo cada tres meses (tengo tanta ropa, incluyendo interior, que me sostengo todo ese tiempo).

3. Uso tres toallas para secarme: una para la cabeza, una para los pies y otra para el resto del cuerpo.

4. Me saco los mocos varias veces al día porque sin ellos respiro mucho mejor. Lo hago desde que tengo uso de razón. (Ojo: en privado y me lavo las manos después.)

5. Colecciono muchas cosas diferentes: lápices (de madera), postales, monedas, sellos, tarjetas de presentación, fortunas chinas (de las que vienen dentro de los “fortune cookies”) y todo tipo de parafernalia y reliquias de mi familia (la navaja de afeitar de mi bisabuelo, el aro de matrimonio de mi mamá, anuncios de nacimientos, el chaleco que mi mamá tenía puesto cuando salió de Cuba, fotos y más fotos, etc.). Las más grandes son las de lápices y postales. Mi colección más reciente es de palitos chinos (“chopsticks”) de diferentes diseños y restaurantes.

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